
Cocinar es uno de los actos de mayor preocupación y amor hacia uno.
Cocinar combate el estrés y la ansiedad, perfecciona las habilidades sociales, mejora el equilibrio y la coordinación, aumenta la conciencia sensorial, como también la capacidad para planificar y organizar, mejora la memoria, la atención y la concentración, aumenta la autoestima y la satisfacción personal y sobre todo divierte y distrae.
No necesitas tomar clases de cocina, ni tener materiales sofisticados. Sólo necesitas tener las ganas de cocinar comidas de mejor calidad y cuidarte a tí mismo en un nivel más profundo.